La tarde de la X

En la misma sala de audiencia que las juntas militares juzgadas en el 85, con vidrios blindados y pocos permisos de presencia en el recitno, comenzó ayer el juicio oral y público a los acusados por la Tragedia del Boliche República de Cromañón, aquella tragedia que un 30 de diciembre de 2004 oscureció a nuestro rock.

El 19 de agosto será recordado como la fecha en que empezó, casi cuatro años después, el juicio oral a los quince implicados en la tragedia donde fallecieron 194 personas que iban a ver un show más de a lo mejor un grupo que recién comenzaban a conocer. En esa noche de fin de año se desmoronó no solo una media sombra hecha fuego, sino más de una regla omisa con la que se manejaban todas aquellas personas que forman parte del rock.

Siguiendo la línea defensiva del grupo, los ahora fanáticos de Santos Fontanet y cia. manifestaron señales de apoyo, en el mediodìa de ayer a la vera de Tribunales bajo una iniciativa pensada para captar a la atención de los medios y surgida en el propio lugar de internet de la banda musical: se vendarán los ojos con telas negras, tal como se muestras figuras en el interior del arte del disco escultura, reciente trabajo sacado a la luz por los de Villa Celina. La convocatoria se llevó adelante bajo el lema “Justicia ciega”.

Pero, por otro lado, los enjuiciados (los músicos y parte del staff de CALLEJEROS; el gerenciador del local, OMAR CHABÁN; RAÚL VILLAREAL, mano derecha del empresario; policías y funcionarios diversos) serán procesados por motivos que van desde el estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo, hasta el cohecho pasivo e incumplimiento de deberes de funcionario público. Los más complicados, en caso de ser encontrados culpables, podrían llegar a cumplir una pena de hasta veinte años en prisión.

El gran ausente será el principal responsable de la tragedia pues la Justicia no logró ubicar, luego de tres años y medio de investigación, a quien arrojó la bengala que inició el incendio. De esta forma, unos 350 testigos desfilarán ante los jueces en un plazo previsto de siete meses que, no obstante, las cuatro cabezas de querella calculan se extenderá por lo menos durante 60 días más.Sin embargo, tanto el ex gerenciador del boliche Cromañón como los integrantes del grupo Callejeros, los policías y ex funcionarios del Gobierno de la Ciudad que están imputados ya anticiparon que no declararán ante los magistrados al inicio del juicio. Sólo lo harían, si lo creen conveniente, al final del proceso.

La justicia en nuestro país, generalmente, se mueve a ritmo lento, distinto al que solían galopar los fans de CALLEJEROS con sus rocanroles, incluyendo esas ciento noventa y cuatro personas que ya no están y no tendrán ni voz ni voto ni nada en cuanto a este juicio.La sociedad ya se encargó de condenar moralmente a los acusados, inútil será cualquier pena porque siempre se va a pedir más. Una vida perdida no se recupera ni con cien años de cárcel, aunque no pase un solo día en que los damnificados pidan a gritos castigo al crimen.

Queda el trago amargo de saber que a muchos otros les podría haber estado en cada uno de las personas que vivieron esa noche, desde fans o músicos, hasta policías, empresarios y gobierno. Y de lo que podría haberse evitado. “Se enviaron 700 remeras amarillas a todo el país”, rezaba ayer un post del foro callejero en la net. Quienes las recibieron, aseguran haber pagado “30 pesos” por cada una. Las telas amarillas al cuerpo enumeran desde el pecho: “No incentivaban la pirotecnia, no coimearon, no cerraron la puerta... ¿¿Culpables de qué??”.

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